Son muchas las criaturas que engendro dios y una de ellas es la familia. Una quimera valiente
navegando desiertos vastos, anaranjados cielos de metal. Mi familia es un gran secreto que camina
en siete patas, como deseo perturbador o como ejercito de hormigas devoradoras. Del celestial escuadron quedamos pocos miembros. Una vez tuve una madre que dio a luz a muchas hermanas, todas hermanas. Mujeres sensibles que desgarraban el aroma del rocio. Una vez tuve una madre y hermanas.
Cuando se es feliz uno se cree capaz de hacer todo y todo era muy poco. La belleza es teatro para pocos. Siempre me pierdo la ultima reprentacion de la belleza. Nunca nadie me invito a ser bella, a ser una chica con gracia. Todo el resto de mi sangre lo era. Yo fui la unica vulgar entre todo un ejercito de flores. Tuve la mirada de una mujer oriental y maquillado mi cuerpo, supe parecerme a una cabra de cristal. Fui la ultima en recibir el primer beso. Soy siempre objeto de burla para los niños del pueblo. Los labios mios no compartieron secretos con amigas,
un destello de envidia, siempre presente. Mi hermana mas hermosa se llamaba Julieta. Un espesura negra formaba copas en su cabello que adormecian a sus ojos, ojos claros como hada muerta. Nunca supo que yo la envidiaba, nunca. Su cuerpo era pez sagrado y me exigia pudrirme en los espejos.
Era la preferida de mi madre. La capitana del velero de carne que eramos toda la familia. Pero un dia ella perdio la virginidad y mi padre nunca la perdono. El sabio castigo la llevo a su muerte. El la llevo a su muerte. Mama no pudo soportar la perdida de su predilecta y le pidio al fuego que acobige su miserable cuerpo y asi lo hizo. Sus gritos no podre olvidar, la belleza es para la muerte, un perfecto altar. Ni con la muerte de mi hermana pude ser feliz.
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