9/12/08

Difuso


Niño soñó de junglas un verde volar.
Duerme entre las plantas y sus ojos son difíciles de cerrar.
El aroma a verde lo invoca a una zona cubierta de peluches sucios.
Frágil altar de una infancia revoltosa. Aroma a verde, aroma a verde...
Un árbol anciano respiraba un humo espeso, dulce. De el salían tentáculos débiles que tomaban al niño, como las hadas pero para el moscas, cantando un grito universal.

En su vuelo difuso pude ver la sombra de lo perdido y sus lágrimas se volvieron
Cabellos blancos que alimentaron a los perros que nadan sobre asfalto.
Ojos teñidos de espuma y sustancia: viaje de lo sucio.
Para que limpiar y quedar en blanco si el niño se embarra de sus experiencias.

Niño soñó de junglas un verde volar
Acido de neon sobre la piel viene a reclamar
Sobre las perdidas de lo amado nunca llorar.

Sombreros en los cielos abrían puertas que nunca se animo a contemplar.
La nube volvía a reposarse sobre el árbol anciano.
Una parte de la piel ya no era la misma.
Al despertar las moscas violetas susurraron que el sueño era perpetuo
Que el sueño se volvería perpetuo.